La doble moral y el Fútbol...

La doble moral del mundo del fútbol es tan grande y tan inverosímil, que no hay nada con lo que se le pueda comparar. A diario se observan, se oyen y se leen, gestos, comentarios y declaraciones tanto de Entrenadores como de Jugadores, Dirigentes, Fanáticos, Seguidores, Periodistas y hasta gente común y corriente, por tan solo nombrar algunos, con tan deplorable actitud.  Ejemplos como arroz, así como también absurdos.

Todo esto sirve de antesala para explicar la deplorable actitud del DT de Brasil, el Sr. Luiz Felipe Scolari.

Scolari, ante la posibilidad de que Diego Costa (Brasileño/Español), jugador del Atlético de Madrid, juegue a nivel de selecciones con España, entró en cólera y despotricó del sistema. Sin tener en cuenta que siendo él DT de Portugal (2002-2008), ese sistema le permitió hacerse de 2 buenos jugadores: (Deco y Pepe), ambos de origen Brasileño y, que a su vez, poco le importó los comentarios adversos a tal práctica, emitidos en su momento por Luis Figo, Ex jugador, de talla mundial,  y capitán de la selección lusitana.

Es decir, Scolari, quien conoce mejor que nadie las reglas y el sistema, emite sin consideración, por nada y por nadie, una serie de comentarios que lejos de aclarar y enseñar los términos y beneficios de esta regla, lo que hace es generar duda y controversia sin justificación alguna, entre otras cosas por que si Diego Costa finalmente juega con la selección de España, es por que Scolari no lo valoró oportunamente, lo que significa que  no cumplió con una de las tantas tareas que como DT ha de tener y que no es otra que la de convocar al mejor jugador de turno.

Scolari falló y sabe bien que su falla puede traerle consecuencias imperdonables por que España es una gran selección sin Diego Costa, por algo es la campeona vigente, pero con Diego Costa, España obtiene un plus de combatitividad que seguramente Del Bosque ha de aprovechar al máximo en procura de revalidar el titulo obtenido en Sudáfrica 2010.

Ante tal panorama la realidad es una y no es más que la doble moral reina en el mundo del fútbol. Sino pregúntenle a Scolari