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martes, 5 de noviembre de 2013

Basta ya de convivir con las barras bravas...

El fútbol Venezolano tiene un gran potencial que si se llega a canalizar como Dios manda, sin duda alguna, el cielo será el límite. A los grandes jugadores, jóvenes y experimentados, de talla internacional que hoy emana el suelo patrio, se le suman una infraestructura  deportiva única, así como un apoyo empresarial – gubernamental de dimensiones nunca antes vista en deporte alguno en nuestro país. Siendo quizás, la única carencia,  el apartado referido a la dirigencia deportiva. Pues bien sabemos, los que convivimos a diario con nuestro amado deporte (y los que no también), que la evolución – desarrollo de estos dirigentes  no se corresponden con la realidad – necesidad del fútbol venezolano. Entre otras cosas por que más de un dirigente, o pseudo dirigente diría yo, ven el fútbol como una moda o un pasatiempo, por lo que lejos de aportar lo que hacen es restar cada vez que siembran incoherencia e imprecisión en las decisiones que toman y que afectan directa o indirectamente el club que dicen amar y por el cual sus venas se han de cortar

Aunque no todo es sombra y tempestad. A los del Caracas Fc, Deportivo Tachira Fc, Anzoategui Fc o Mineros de Guayana, al parecer se les suma el Deportivo Lara. Digo “Al parecer” por que aun es muy prematuro evaluar en toda su magnitud una directiva que recién comienza a andar el camino del fútbol Venezolano. Sin embargo, una decisión drástica por lo que supone, llena de esperanzas y de satisfacción a todos los que sentimos los colores del balompié criollo. Ender Luzardo, dueño del Deportivo Lara, ante el comportamiento por demás detestable y censurable de la barra del club, decidió desconocer y romper de forma inmediata cualquier vínculo entre su club y ésta.  Lógica y valiente decisión pues si el fútbol es una fiesta a la que todos queremos asistir, vivir y disfrutar; mal de aquel que en aras de defender el honor o que se yo, se vale de cualquier excusa, justificable o no, para perturbar o alterar el orden de la fiesta de la que es un simple invitado.

Sabemos muy bien que si hay una lacra que corrompe y trastorna nuestro amado deporte es precisamente las barras bravas o mejor dicho, los individuos que le conforman. Ellos son el motivo por el cual los clubes ingleses fueron suspendidos de toda competencia Europea por 5 años, en los 80, tras la Tragedia de Heysel, 29 de mayo de 1985. Por lo que decisiones como la de Ender Luzardo además de valida es ideal, por lo que debe ser copiada y apoyada tanto por propios como extraños.

Ojalá la madurez y la sensatez que tanto deseamos y anhelamos a favor de nuestro fútbol a partir de Ender Luzardo y compañía sea una regla y no una moda.  Ojala las presiones y los vicios de las barras bravas y de cualquier otro ente perturbador sean definitivamente, tanto en el fútbol como en cualquier otro deporte nacional o internacional, pasado – historia. Ojalá el fútbol venezolano se nutra con mas y mejores dirigentes que potencien el desarrollo y la consolidación de nuestro amado deporte.  En definitiva, ojalá esto no sea un simple petardo de feria, ya que el fútbol no se merece convivir en un estado perpetuo de zozobra y calamidad, producto de la inconsciencia de unos cuantos desadaptados sociales mal llamados hinchas y de la "conveniente" vista gorda de algunos pseudo dirigentes.

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